La diferencia entre la dirección facultativa y la dirección de obra en un proyecto de construcción puede ser muy sutil, a veces, incluso hay quien considera que ambos conceptos son sinónimos. Sin embargo, aunque en ocasiones puedan utilizarse indistintamente, existen diferencias en las responsabilidades y funciones de ambos cargos que deben tenerse en cuenta.
En cualquier caso, lo más importante es que, a la hora de afrontar un proyecto, sea una reforma o nueva construcción, todo el mundo tenga claro qué tiene que hacer y cómo hacerlo, especialmente aquellos que marcan las directrices de los demás. Ese es precisamente el caso tanto del director/es facultativo/s como del director de obra.
Para garantizar la cohesión y coordinación entre los distintos agentes involucrados en un proyecto, entre los que se encuentra la dirección facultativa (que engloba la dirección de obra), puede resultar muy útil contar con un Project Manager. Esta figura servirá de enlace entre la dirección facultativa de la obra y los promotores, las administraciones o el cliente final, entre otros.
En qué consiste la dirección facultativa de una obra
Entre los aspectos que recoge la Ley 38/1999 de Ordenación de la Edificación (LOE), se incluyen las funciones de la dirección facultativa de una obra.
Antes que nada, es importante señalar que, al hablar de estas funciones, la Ley diferencia entre la dirección de obra y la dirección de la ejecución de obra. Así pues, si lo queremos plantear de modo jerárquico, la dirección facultativa estaría por encima de estas dos figuras; tanto la persona que ejerza de director de obra como de director ejecutivo de obra formarán parte de la dirección facultativa del proyecto.
La dirección facultativa se define como “el técnico o técnicos competentes designados por el promotor, encargados de la dirección y del control de la ejecución de la obra”. La Ley establece también una serie de obligaciones de la dirección facultativa de la obra que resumimos en los siguientes puntos:
- Coordinar la aplicación de los principios generales de prevención y seguridad en los trabajos de la fase de ejecución, así como tomar decisiones técnicas y organizativas para planificarlos y calcular su duración.
- Coordinar actividades para que los trabajadores autónomos, contratistas o subcontratistas apliquen los principios de acción preventiva.
- Revisar y aprobar o modificar el plan de seguridad y salud elaborado por el contratista.
- Coordinar actividades empresariales.
- Coordinar la correcta aplicación de los métodos de trabajo y vigilar que solo las personas autorizadas accedan a la obra.
- Gestionar el libro de incidencias que proporcionará el colegio profesional de la persona de la dirección facultativa encargada del plan de seguridad y salud.
- En caso de que se produzcan incidencias, remitir una copia a Inspección de Trabajo y Seguridad Social (plazo de 24 horas). Además, si se incumplen normas en materia de salud y seguridad, la persona encargada deberá advertir al contratista y dejar constancia de ello.
Las funciones que abarca la dirección facultativa y las del Project Manager pueden confundirse; la clave está en que la dirección facultativa engloba a los técnicos que dirigen y supervisan la ejecución de una obra, y que las personas encargadas de ella normalmente son el arquitecto y el aparejador. La figura del Project Manager surge a partir de la creciente interdisciplinariedad de los proyectos de construcción, y está presente también tanto en fases previas como posteriores a la ejecución de la obra.
Dirección facultativa vs. dirección de obra
Incluso aunque sea una única persona la responsable principal de la dirección facultativa, en la práctica, esta figura incluye distintos profesionales. Uno de ellos sería el director de obra. Por lo tanto, la principal diferencia entre la dirección facultativa y la dirección de obra es que una engloba a la otra.
En toda obra, también si se trata de una remodelación o ampliación, debe haber un proyecto realizado por el arquitecto. Por lo tanto, en general, suele haber tres figuras fundamentales:
- Proyectista.
- Director/a de obra.
- Director/a de ejecución de obra.
Tanto el director de obra como el de ejecución de obra forman parte de la dirección facultativa, la cual es designada por el promotor del proyecto.
Diferencia entre la dirección de obra y la dirección de la ejecución de obra
Normalmente, el proyectista y el director de obra son el mismo arquitecto o ingeniero, mientras que de la dirección de la ejecución de obra se suele encargar un arquitecto o ingeniero técnico que, a veces, hasta puede formar parte de una contrata externa.
Ahora bien, las titulaciones requeridas para cada cargo varían dependiendo del tipo de obra y, sobre todo, según el uso del edificio. De hecho, en ocasiones, un mismo técnico puede asumir ambas funciones. Aun así, se debe distinguir entre dirección de obra y dirección de ejecución en las obras de nueva construcción, en intervenciones totales sobre edificios preexistentes y en intervenciones parciales cuando supongan una variación esencial en la composición del edificio o en alguna parte que esté catalogada como protegida.
En principio, la dirección de obra se encarga de la dirección del desarrollo de la obra para que se haga en conformidad al proyecto planteado y al contrato establecido, a los aspectos técnicos y urbanísticos según la normativa, y al tipo de licencia de edificación. Mientras que la dirección de la ejecución de la obra dirige la ejecución material, controla qué se construye y su calidad.
En TALAT, podemos hacernos cargo de proyectos de manera integral como hicimos en el Centro de Tenis Rafa Nadal, en cuya segunda intervención nos encargamos de la dirección facultativa por completo, tanto de la dirección de obra como de la dirección de la ejecución material, incluida la coordinación del plan de seguridad y salud. Pero también sabemos trabajar en coordinación con otros profesionales, como hicimos en la dirección de obra del Live Acqua Punta Cana junto a BBPA Arquitectos.
Somos especialistas en adaptarnos y aportar a cada proyecto, desde el principio hasta el final. Cuéntanos cuál es tu idea, por teléfono o email, y veremos juntos cuál es la mejor manera de llevarla a cabo.